Estrategias para regular tus emociones
- Agustina Rey
- 21 mar
- 2 Min. de lectura
A veces evitamos ciertas emociones incómodas porque sentimos que no podemos manejarlas. Sin embargo, al reprimirlas o intentar controlarlas, no desaparecerán; simplemente se manifiestan de otras formas. En lugar de luchar contra ellas, es más efectivo aprender a regularlas.
1. Nombrar la emoción
Ponerle un nombre a lo que sentimos nos ayuda a procesarlo mejor y reducir su intensidad. Preguntarnos: ¿Qué estoy sintiendo en este momento? puede ser el primer paso para gestionarlo.
2. Descifrar su mensaje
Todas las emociones cumplen una función y traen un mensaje. En lugar de rechazarlas, podemos preguntarnos: ¿Qué me quiere decir esta emoción? Esto nos permite identificar qué no está funcionando o qué necesita nuestra atención.
3. Validar y permitirnos sentir
Aceptar la emoción sin juzgarla es clave para atravesarla. En lugar de reprimirla, podemos decirnos: "Es válido sentirme así. No tengo que pelear contra esto".
4. Regular la intensidad de la emoción
Si la emoción es demasiado intensa, podemos usar estrategias para calmarla antes de actuar:
Respiración profunda (por ejemplo, la técnica 4-7-8).
Técnicas de relajación como mindfulness o visualización.
Conectar con los sentidos (por ejemplo escuchar música)
5. Cuestionar pensamientos extremos
Nuestras emociones están influenciadas por cómo interpretamos las situaciones. Podemos preguntarnos: ¿Estoy viendo esto de manera objetiva? o ¿Estoy exagerando el impacto de esta situación?
6. Expresar la emoción de forma saludable
Buscar maneras de canalizar la emoción puede ayudar a procesarla mejor:
Escribir sobre lo que sentimos.
Hablar con alguien de confianza.
Expresarlo a través del arte, la música o el movimiento.
7. Cambiar de perspectiva
Cuando una emoción nos abre, tomar distancia puede ayudarnos a verla con mayor claridad. Podemos preguntarnos: ¿Cómo vería esto en unos meses? o ¿Qué le diría a un amigo que estuviera pasando por lo mismo?
8. Tomar acción si es necesario
A veces, la emoción nos indica que hay algo que necesitamos cambiar o resolver. En esos casos, podemos hacer pequeños cambios o buscar soluciones concretas en lugar de quedarnos atrapados en la preocupación.
9. Cuidar nuestro bienestar general
La regulación emocional no solo ocurre en el momento de la crisis, sino que también se fortalece con hábitos saludables:
Dormir bien.
Alimentarnos adecuadamente.
Hacer ejercicio regularmente.
Tener momentos de descanso y autocuidado.
El autoconocimiento es el primer paso. Conocer nuestras emociones, hacerles lugar y explorarlas con curiosidad nos permitira entender mejor lo que sentimos y asi empezar a gestionarlas de una forma mas saludable. Recordemos que las emociones no son buenas ni malas. Simplemente estan ahi para movilizarnos hacia algo.
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